PSICOTERAPIA INFANTO-JUVENIL
En ocasiones, los niños, niñas y adolescentes necesitan de un espacio en el que puedan ser escuchadas sus inquietudes y dificultades, de modo tal que es en el espacio psicoterapéutico donde se abordan los problemas de estos dentro de un contexto evolutivo del ciclo vital.
Asimismo, el trabajo con los cuidadores es fundamental, ya que son estos quienes tienen una mejor visión respecto del desarrollo de los pacientes y precisamente son quienes tienen mayor preocupación por el estado de salud mental del menor. Durante el proceso psicoterapéutico se les brindará ayuda para entender qué le ocurre a su hijo, y, si es necesario, se les puede sugerir realizar ciertas modificaciones que generen factores positivos en el funcionamiento familiar.
El proceso con niños y adolescentes se ocupa de disminuir el sufrimiento subjetivo por medio de la resolución de síntomas y contribuyendo con el desarrollo de aspectos emocionales, sociales y cognitivos.
Esto es posible debido a que se produce una comprensión del modo de sentir y pensar del menor, brindando un soporte emocional, ayudando a resolver conflictos interpersonales, y practicando con el paciente soluciones para sus diversos problemas.
Para la psicología, los síntomas y trastornos de salud mental son resultantes de procesos disfuncionales. Durante el proceso de psicoterapia, se enfatiza el carácter intrapsíquico de esos procesos, así como también se buscan motivos en el medio social/familiar, de modo tal que las intervenciones terapéuticas se orientan a modificar los mecanismos que generan y mantienen los procesos disfuncionales.
Cuando el paciente es un niño o adolescente, los cambios también atañen a su medio social inmediato (familia, escuela, entre otros), y para ser realmente terapéuticos deben proporcionar un verdadero alivio o reducción de los motivos de consulta. Los cambios deben conciliar la adaptación funcional del niño al medio por medio del respeto y la desarrollo de sus características singulares.
En la psicoterapia para niños y adolescentes se utilizan elementos tales como juegos, dibujos y/o dramatización, y lo más habitual es que involucren una importante participación de los padres.